Maragall, que deinió el galardón como el más preciado de Barcelona, aprovechó su discurso para reivindicar la Carta Municipal, que consideró "una ley necesaria y de orgullo de la ciudad".

Posteriormente, los Reyes descubrieron la placa que da nombre al Paseo Juan de Borbón, conde de Barcelona, en lo que era el antiguo Paseo Nacional de la ciudad.

El rey Juan Carlos recordó, tras pronunciar unas palabras en catalán, la figura de su padre, el conde de Barcelona, y el agradecimiento que éste siempre tuvo hacia los arceloneses. "Su inmenso amor por Barcelona se vio siempre correspondido por la inmensa hospitalidad y las innumerables atenciones que le dispensasteis", dijo el Rey a los presentes.

Tras el descubrimiento de la placa, Pasqual Maragall se refirió en su parlamento a la larga e intensa relación de Barcelona con el padre del Rey, fallecido el pasado mes de abril.

Asimismo, el alcalde recordó que la presencia de los Reyes era un "reconocimiento de la voluntad de proyección de la ciudad", y que "Barceona renueva su disponibilidad y su entusiasmo para representar la pluralidad y la diversidad de la España democrática".

Los Reyes, que llegaron a Barcelona ayer para inaugurar la colección Thyssen del Monasterio de Pedralbes, tienen previsto acabar los actos conmemorativos de la patrona de la ciudad esta tarde con una visita a la Fundación Tàpies de Barcelona.