A las doce en punto, don Juan Carlos, con traje y corbata negra; y doña Sofía, con un largo abrigo gris, depositaron una corona de flores a los pies del monumento. Después se guardó un minuto de silencio.

Seguidamente, los Reyes y todas las altas instituciones del Estado, los miembros del Gobierno y políticos invitados, así como las más de 200 víctimas y familiares que estaban en el homenaje escucharon la pieza "Da pacem domine", obra del compositor estonio Arvo Part que está inspirada en los atentados del 11-M.

Esta pieza, dirigida por Jordi Savall, fue interpretada por miembros de la coral de la Capilla Real de Cataluña y de la de Madrid, entre los que estaba Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Después de las notas musicales, el homenaje concluyó con un frío "el acto ha terminado", pronunciado por el orador, tras lo cual se escucharon los aplausos de las víctimas y del público asistente seguido luego por los invitados.

Antes de mediodía, los Reyes, acompañados por el presidente del Gobierno, la presidenta de la Comunidad de Madrid, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la ministra Magdalena Álvarez visitaron la parte inferior del monumento a las víctimas al que se accede por el vestíbulo de la estación de Cercanías. Desde ahí se ven los nombres de cada una de las personas que murieron en la masacre.

RAJOY, DE ESPALDAS

Cuando, minutos antes de las doce del mediodía, subieron a la superficie, donde se realizó el homenaje institucional, tuvieron que pasar por un pasillo habilitado entre las autoridades invitadas.

En ese momento, cuando Rodríguez Zapatero pasaba a la altura del líder de la oposición, Mariano Rajoy; el dirigente popular se giró, le dio la espalda, y saludó a los asistentes que tenía a su alrededor. Mantuvo esta actitud hasta que comenzó el acto y todas las altas autoridades se colocaron en la "posición de honor".

En ese lugar, junto a los Reyes, estaban los presidentes del Congreso y del Senado, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, y el alcalde de Madrid.

Entre el centenar de asistentes, se encontraban varios ministros como José Antonio Alonso, Miguel Ángel Moratinos, Magdalena Álvarez y Elena Salgado, algunos secretarios de Estado como Trinidad Jiménez, Fernando Moraleda o Antonio Camacho, otras personalidades ministeriales, y portavoces parlamentarios como Eduardo Zaplana o Diego López Garrido

También se dieron cita autoridades de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, tanto del PSOE, como su secretario regional Tomás Gómez; el consejero Manuel Lamela; Inés Sabanés, como representante de Izquierda Unida en la Comunidad, o la presidenta de la Asamblea madrileña, Elvira Rodríguez.

Al monumento en recuerdo de las 191 víctimas que murieron en los atentados del 11-M, y del policía miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que falleció en la explosión del piso de Leganés en el que se suicidaron los presuntos autores materiales de la masacre, le acompaña una bandera de España, la corona de flores depositada por los Reyes, y los claveles rojos que algunas personas dejaban a su paso.