El estudio, titulado "Un juguete seguro es un buen compañero de juego", pone de manifiesto que los consumidores están cada vez más preocupados por la seguridad, elemento que se convierte en uno de los elementos que influyen en la compra final.

Así, el 94% de los compradores se asegura de que los juguetes no tienen bordes cortantes y un 85% comprueba que no tienen piezas móviles que los niños se puedan tragar.

Sin embargo, el 76% de los encuestados desconoce el símbolo que, en los productos, indica que no son recomendables para menores de 3 años.

Por lugares de compra, los españoles optan mayoritariamente (el 62%) por las grandes superficies, seguidas de las jugueterías. Finalmente, el estudio indica que sólo el 42% de los padres reconoce que juega con los diferentes regalos que compra a los niños.