La conservadora administradora de la Colección, Inmaculada Gómez, aseguró en una entrevista a Servimedia que las catorce personas que integran el equipo que habitualmente trabaja e la exposición permanente, la mayor parte de ellas mujeres, "conviviremos como si fuésemos clarisas: en buena armonía y en comunidad con las hermanas".

"La colección afectará a la comunidad, pero creo que positivamente, porque mucha gente no conocía el monasterio y ahora cuando vengan pasarán por las dependencias que no son Thyssen, y también a la inversa, ya que el recinto es un sólo conjunto monumental", señaló la conservadora.

Por otra parte, desde que en 1972 el Ayuntamiento de Barcelona alquló parte del recinto para actividades culturales a cambio de la construcción de un nuevo convento, la clausura de las clarisas se ha visto modificada por la afluencia de público, que podía contemplar los tesoros de la orden.

La abadesa de Santa María de Pedralbes ha destacado la total satisfacción de las hermanas por el contenido de la Colección Thyssen, cuyas obras se han seleccionado en función del entorno. "Los de motivo religioso son preciosos y los que no son religiosos son correctísimos", declar.

Entre las piezas, que viajaron directamente desde Lugano, figuran un "Cristo en la cruz" de Zurbarán y "La Virgen de la Humildad" de Fra Angelico, considerado por todos como la joya de la colección. Los primitivos italianos, los renacentistas alemanes como Lucas Cranagh, los renacentistas como Tintoretto y Veronés, y los barrocos Velázquez, Rubens, Carracci y Ruysdael, completan la muestra.

Las obras están instaladas en una gran sala diáfana, que era el antiguo dormitorio de las monjas, y en lasala contigua, que fue dormitorio de novicias. El claustro gótico de tres pisos, uno de los más grandes de Europa, servirá al visitante de preámbulo a la colección.

Por otra parte, los que acudan a ver la Colección Thyssen podrán admirar los excelentes frescos de Ferrer y Arnau Bassa, pertenecientes al monasterio, que ofrecen una idea muy italianizante de la pintura catalana de la época en que se fundó el convento, hace 666 años, y han condicionado en buena manera la elección de los 72 cuadros y las 8esculturas que integran la muestra.