Guardian Glass, líder mundial en la fabricación y transformación de vidrio plano, inició sus actividades en 1932 y actualmente cuenta con 14 fábricas de vidrio flotadoy de transformación en Estados Unidos, Canadá y Europa, que dan trabajo a más de 9.400 personas y facturan anualmente 1,2 billones de dólares.

En la planta de la capital de la Ribera trabajan 210 personas, de las que el 80 por ciento son navarras. Produce 600 toneladas de vidrio al día y, según el vicepresidente navarro, Miguel Sanz, "con un 92% de su producción total prevista va a facturar unos 7.000 millones de pesetas".

Don Juan Carlos y doña Sofía viajaron en helicóptero desde Madrid y, poco espués de las 11,30 horas, llegaban a la planta, situada en el polígono industrial de Montes de Cierzo. A la puerta de la fábrica les esperaban las máximas autoridades de Navarra. Junto al presidente Alli se encontraban, entre otros, el del Parlamento foral, Javier Otano; el vicepresidente del Ejecutivo, Miguel Sanz; el delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría y el consejero de Industria, Angel Rodríguez San Vicente.

Los Reyes fueron saludados también por altos directivos de la multinaconal, a cuya cabeza se encontraba el presidente y director general de Guardian Europa, Rusel J. Ebeid.

La visita a la fábrica, que funciona desde el pasado mes de octubre y en la que se han invertido más de 15.000 millones de pesetas, comenzó con el corte de una cinta por parte del Rey, símbolo oficial de la inauguración. Seguidamente los Reyes y el ministro Solbes, junto a las máximas autoridades navarras y altos directivos de Guardian, accedieron al edificio de materias primas.

Durante su estania en la zona del horno de fusión, el área del control y la cadena, con una longitud superior a los 200 metros, los monarcas recibieron diversas explicaciones sobre la fabricación del vidrio flotado, material utilizado en la construcción y en la automoción.

Posteriormente, don Juan Carlos y doña Sofía descubieron una placa conmemorativa, firmaron en el Libro de Honor de la empresa y recibieron varios regalos, entre ellos una reproducción de los esmaltes de San Miguel de Aralar. Asimismo, los propietaros de una pastelería de la zona quisieron hacer llegar a la Reina varios de sus productos, "porque sabemos que le gustan mucho".

Minutos antes de las 13.00 horas, los monarcas abandonaron la fábrica para dirigirse al aeródromo de Ablitas, camino de la capital de España.

Tanto el ministro Pedro Solbes como el presidente foral, Juan Cruz Alli, y el alcalde de Tudela, José Antonio Pérez Sola, destacaron "la enorme importancia" de la instalación de la factoría de Guardian en Tudela en momentos de criis económica y de salida de España de muchas multinaciones, así como la trascendencia" de la visita real. "Es un acontecimiento que estrecha los vínculos entre la Corona y Navarra" y que "supone un apoyo importante a la iniciativa industrial", según Alli.

Por su parte, Pedro Solbes indicó que la autonomía fiscal y tributaria con la que cuenta la Comunidad Foral y los beneficios y apoyos que este Ejecutivo otorga a la inversión es uno de los aspectos que "seguramente se habrán tomado en cuenta a la hor de decidir esta inversión, al igual que las infraestructuras, la localización de los mercados de destino y la tradición de sus trabajadores", entre otros elementos.