Los reyes de España y de Noruega fueron recibidos a las docede la mañana, en la plaza del Obradorio, por las autoridades autonómivas y municipales. En el salón de plenos del Ayuntamiento, el alcalde compostelano, Xerardo Estévez, entregó a Harald V de Noruega las llaves de oro de la ciudad y destacó la importancia de Santiago como vía de unión entre las distintas culturas y países de Europa.

El rey noruego destacó las similitudes entre Noruega y Galicia y animó a las empresas de su país a seguir invirtiendo en España. También resaltó la vinculación de NoruegaGalicia al mar y a las actividades pesqueras.

Por su parte, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, ofreció una recepción a los reyes noruegos y recordó también los antiguos lazos existentes entre Galicia y el estado nórdico, al tiempo que mostró sus deseos de futuras colaboraciones.

Los reyes de España y Noruega y demás autoridades cruzaron luego la plaza del Obradorio pisando una alfombra floral realizada por especialistas de Ponteareas (Pontevedra) y visitaron el sepulcro del apóstol Santiag en la catedral compostelana. También vieron funcionar el botafumeiro y asistieron a un concierto de música de cámara. Posteriormente siguieron una danza folclórica en la Plaza de la Quintana y a continuación realizaron una visita por el casco histórico de la ciudad.

La alfombra floral que engalanó la plaza del Obradoiro tenía 50 metros de largo por 5 de anchura, y fue realizada por medio centenar de vecinos de Ponteareas -villa en la que son famosas las alfombras de flores del Corpus-, que trabajarondesde las dos de la madrugada hasta primeras horas de la mañana.

La visita de los reyes de España y Noruega a Santiago concluyó después de una recepción y un almuerzo en el hostal de los Reyes Católicos.