El Rey ha destacado en su breve discurso de clausura la plasmacin en proyectos y realidades tangibles de las aspiraciones planteadas en la I Cumbre que se celebró en Guadalajara (México) el pasado año.

"En todo momento", dijo, "ha estado presente en el fondo de las discusiones la conciencia de que la mejora del bienestar de nuestros pueblos es la auténtica razón de ser de estas reuniones. Avanzar en esa dirección... es en sí mismo un resultado significativo de este encuentro".

El Rey agradeció la participación activa de todos los mandatarios, con cuyo esfuerz y aportaciones, añadió, "hemos traspasado ya la etapa del voluntarismo para adentrarnos en la política de los hechos en nombre de una conciencia común".

Hubo también un recuerdo para los presidentes "que en esta ocasión no han podido compartir con su presencia esta reunión". Acto seguido dio por clausurada la cumbre "con el corazón puesto ya en Bahía", ciudad brasileña que albergará la tercera cumbre que se celebrará en julio de 1993.