Según dijo el propio Bono a los periodistas, presentes en el acto de toma de posesión de José Antonio Alonso como nuevo ministro de Defensa, el Rey le telefoneó nada más regresar de su viaje oficial por Arabia Saudí para invitarle a comer.

Bono comentó que el Rey le dijo que acudiera al Palacio de la Zarzuela una vez que finalizara el acto de traspaso del ministerio de Defensa a manos del que fuera ministro de Interior.

El ex ministro destacó que se marcha "muy contento" porque ha podido hacer su trabajo y expresar siempre sus opiniones, puesto que, agregó, no recibía ningún "portazo" por parte del presidente del Gobierno sino que, al revés, éste le invitaba a que lo hiciera.

AL FINAL, LLORÓ

Bono reconoció que el personal de su gabinete le había hecho llorar, al ponerse en fila en el pasillo para que él los despidiera, uno a uno, y al aplaudir efusivamente.

También comentó que ha sentido "gran emoción" por algunas de las llamadas que ha ido recibiendo desde que anunció su abandono de la política. Entre ellas, dijo, que hay llamadas de todos los presidente autonómicos, incluidos los del PP, y de numerosos dirigentes nacionales del Partido Popular.

Al abandonar la sede ministerial, Rubalcaba llevaba dos corbatas que le había regalado Bono, una de ellas igual que la que tenía el ex ministro. "Es lo mejor del día", ironizó Rubalcaba sobre el regalo de Bono, ya que confesó que afronta una nueva y dura tarea al frente de Interior y que "abandona su vida tranquila".