Don Juan Carlos declaró abierta la última exposición universal del siglo XX pocos minutos después del mediodía. En su discurso, el Rey aseguró que la Exposición servirá para mostrar al mundo "la diversidad y la riqueza de las culturas que el hombre ha creado".

"Mostrará la capacidad innovadora del ser humano y las ideas de tolerancia, respeto a la pluralidad y solidaridad internacional", afirmó.

El rey expresó su convencimiento de que hay pocas ciudades en el mundo tan apropiadas como Seilla para albergar un acontecimiento en el que predominen tales premisas. "La Sevilla romana, árabe, judía, cristiana e indiana han producido el patrimonio cultural que este año mostramos los españoles".

Aseguró que tanto él como la Reina se hacen "sevillanos de adopción" para compartir la Expo con sus visitantes. "Estoy seguro de que todos podrán comprobar la hospitalidad e hidalguía que distinguen la personalidad de nuestro pueblo", recalcó.

A juicio del Rey, los nuevos puentes que unen el recito de la Expo, en la isla de la Cartuja, con la ciudad de Sevilla, son un magnífico símbolo de lo que España desea transmitir de sí misma: "unión del pasado y el futuro, del arte y la tecnología".

El monarca afirmó en otro momento de su discurso que, tras la apertura de la Expo, vendrán "meses de duro trabajo en los que tenemos que ofrecer lo mejor de nosotros mismos y lo mejor de España. El resultado no puede ser otro que el éxito".

EQUILIBRIO HISTORICO

La ceremonia de inauguración de la Expo e inició a las 11,30 de la mañana. La intervención del Rey estuvo precedida por los discursos del comisario general de la Expo, Emilio Cassinello; del presidente de la Oficina Internacional de Exposiciones, Edgar Inglish; del alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos; del presidente de Andalucía, Manuel Chaves, y del jefe del Ejecutivo, Felipe González.

El presidente del Gobierno manifestó que, con la celebración de la Expo, España muestra al mundo "su propio equilibrio histórico". González dijo que a fecha del 20 de abril de 1992 dejará huella en la memoria de los españoles y, gracias a este acontecimiento, el país expresa su "equilibrio histórico".

"Ya no trata, como antaño, de lanzarse a aventuras marítimas o terrestres. Tampoco de cerrar sus fronteras, aislándose e ignorando el mundo", subrayó el presidente. A su entender, la Expo también será un reflejo de la consolidación de la democracia en este país, de su avance económico y de su integración en Europa.

Agregó que, dado su condición e proyecto de Estado, la Exposición ha prevalecido por encima de sus distintas coyunturas políticas internas.

Por la importante presencia internacional, dijo que, ahora más que en ningún otro momento del siglo XX, es evidente que se dan las condiciones adecuadas para que arraigen los principios de paz y cooperación en las conductas de las naciones.

"Los antiguos adversarios se han unido para cooperar en favor del bienestar y los enemigos enfrentados han vencido las barreras ideológicas para trabaar juntos por la causa de la paz (...) Crece la interdependencia y ya no hay soluciones exclusivamente nacionales", afirmó Felipe González.

El jefe del Ejecutivo destacó, por último, el avance espectacular que ha experimentado Andalucía en sus infraestructuras con la "potente palanca" de la Expo.

CIUDAD ENTREGADA

Emilio Cassinello, comisario general de la Exposición, dijo que "Sevilla 92" revive la historia de la inventiva y la creatividad de tal forma que se ha convertido en la medida de todaslas exposiciones que le precedieron.

El alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos, señaló que con la inauguración de la Expo "empieza el siglo XXI" y aseguró que "esta ciudad de la tolerancia, la paz y la imaginación" se entregará "intensamente" a los visitantes de la Expo "para ser vivida".

"Ha llegado la hora de acabar con la cultura de la violencia y de rendir culto a la vida. La Expo permanecerá como ejemplo de la esperanza en el futuro", añadió.

El presidente de la Junta de Andalucía, anuel Chaves, afirmó que la Expo va a ser un ámbito privilegiado de paz y un revulsivo importante para Andalucía a las puertas del nuevo siglo.

REPIQUE DE CAMPANAS

La ceremonia de inauguración de la Expo, a la que asistieron más de 1.800 invitados, comenzó a las 11,27, con la llegada de la Familia Real al recinto de la Cartuja.

Tras las 21 salvas de ordenanza y la interpretación del himno nacional, el Rey pasó revista a una representacion de los tres ejércitos y saludó a las autoridades asistenes.

Acto seguido, el presidente de la Oficina Internacional de Exposiciones y el comisario de la Expo izaron las respectivas banderas en una carpa instalada en la Cartuja.

Los discursos de salutación se celebraron en una carpa instalada en la explanada de acceso al antiguo monasterio-fábrica de Santa María de las Cuevas.

Una vez inaugurada oficialmente la Exposición por el Rey, 38 torres e iglesias sevillanas, entre ellas la Giralda, hicieron sonar sus campanas durante varios minutos para annciar la apertura de la muestra.

5.000 palomas y 140 globos con las banderas de los 110 países participantes volaron sobre La Cartuja. Las chimeneas de los antiguos hornos de la fábrica de cerámica también dejaron escapar humos de colores.

Tras los discursos oficiales, la Familia Real firmó en el libro de honor de la Expo y ofreció una recepción a los invitados. A continuación, realizaron una visita al recinto, que continuará por la tarde con su asistencia a un espectáculo de luz y sonido en el rcinto de la Cartuja.