El rey Juan Carlos, acompañado por el príncipe Felipe, también aprovechó la visita a Barcelona para presidir la asamblea de decanos y la constitución de la Fundación San Raimundo de Peñafort, dedicada a potenciar la reinserción social y a fomentar la cultura jurídica.

El monarca pronunció un discurso ante unas 400 personas, entre ellas los 83 decanos de los colegios de abogados de España, en el que se refirió a la madurez e independenia del colectivo y les animó a tener "la voluntad de vivir en concordia y el recto criterio acerca de las soluciones más adecuadas y eficaces".

Por su parte, el presidente del Consejo General de la Abogacía y del Colegio de Abogados de Barcelona, Eugeni Gay, señaló que a causa de los escándalos de carácter político y económico de los últimos meses "se nos ha sometido a tensiones innecesarias" que se hubieran podido evitar "si la prudencia y el buen hacer hubieran sido la norma de comportamiento de quines tienen mayores responsabilidad social".

Gay exigió, en este sentido, honestidad a los responsables políticos para que todos los ciudadanos españoles puedan fiarse de ellos a partir de ahora.

Tras los discursos, el presidente de los abogados españoles impuso al Rey la primera Gran Cruz al Mérito en el Servicio de la Abogacía.

Al acto asistieron el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall,el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Guillem Vidal, y el arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, entre otras autoridades.