El monarca aprovechó su estancia en Menorca, donde recibió la Medalla de Oro de la isla, para referirse a los últimos actos terroristas y condenar la violencia.

Durante su intervención en el teatro principal de Mahón, don Juan Carlos agregó sin embargo que "nuestra firme creencia en los valores de la sociedad democrática nos alienta a afrontar con esperanza el futuro".

El acto de entrega de la Medalla de Hono y Gratitud, en su categoría de oro, del Consell insular de Menorca comenzó con la lectura del acuerdo plenario de la institución menorquina por el que se otorgó la condecoración al monarca el pasado mes de febrero.

En respuesta al galardón recibido, el Rey se refirió a Menorca como ejemplo a seguir en el crecimiento sostenido, que compatibiliza el desarrollo económico con la protección del medio ambiente. Añadió que el pueblo menorquín ha sabido evolucionar e innovar, pero respetando las tradiciones. Finalizado el acto, don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por las máximas autoridades de Baleares, se desplazaron al recinto militar de San Felipe, donde almorzaron.

A las seis de la tarde fueron recibidos por la corporación municipal de Ciudadela, ciudad donde los reyes presidieron la inauguración del nuevo órgano de la SEO del municipio. El obispo de Menorca, Francesc Xavier Ciuraneta, agredeció la presencia de los monarcas, primera que realizan oficialmente unos reyes españoles desde hace 4 años. La última visita fue la de Alfonso XIII en 1929.

Poco después de las siete y media de la tarde don Juan Carlos y doña Sofía, a bordo de un helicóptero, se desplazaron de nuevo a Mallorca para continuar las vacaciones en el Palacio de Marivent.