EL REY APLAUDE EN SU MENSAJE NAVIDEÑO LA COOPERACION CONTRA EL TERRORISMO, PERO RECUERDA QUE LA PAZ DEBE IR UNIDA A LA LIBERTAD
-El monarca alerta de la necesidad de consolidar los valores democráticos, los derechos fundamentales de la persona, y la indisolubilidad entre la paz, la libertad y la justicia
- "La sociedad vasca, con el total apoyo del resto de la sociedad española, nunca permitirá que su libertad y sus instituciones democráticas sean sustituidas por el totalitarismo excluyente y reaccionario de unos fanáticos asesinos"
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El Rey Don Juan Carlos aprovechó hoy su tradicional mensaje de Navidad para expresar su convencimiento de que los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre reforzarán la cooperación mundial contra quienes practican la violencia, la apoyan o la encubren. En este contexto, recordó la necesidad de seguir defendiendo los valores democráticos, en los que la paz es inseperable de la libertad y e la justicia, por lo que ninguno de ellos debe ser sacrificado en la búsqueda del otro.
En su mensaje televisado, el monarca recordó que el año que termina "ha abierto una nueva etapa en la historia del mundo. Los espantosos atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos, de una magnitud y condición nunca vistas hasta ahora, han sacudido la conciencia de la humanidad y han trastocado muchos de los presupuestos sobre los que basábamos el modo de vida de nuestras sociedades y el modelo derelaciones internacionales vigente".
La reacción de la comunidad internacional ha demostrado, prosiguió, "su decisión de impedir que, en el futuro, puedan ejercer su tiranía quienes creen que la violencia y el terror son instrumentos válidos para imponer sus propias ideas y para ahogar la libertad de quienes no las comparten".
"Estamos seguros de que estos trágicos acontecimientos propiciarán un entendimiento más cabal del peligro que el terrorismo entraña para la civilización y sus valores y foralecerán, en consecuencia, los mecanismos de cooperación internacional para combatir a quienes lo practican, lo apoyan o lo encubren y para aislar a quienes lo justifican o lo defienden", afirmó.
De hecho, recordó el monarca, en la Unión Europa "se han dado ya en estos últimos meses pasos muy importantes y concretos en ese sentido".
ADVERTENCIA A ETA
Don Juan Carlos recordó en este punto que el terrorismo en España también "ha seguido estérilmente sembrando de sangre nuestra geografía y llenand de sufrimiento a muchas familias".
"Quiero, una vez más, decir a las víctimas del terrorismo y a sus familias que siempre tendrán, junto a nuestro recuerdo emocionado, nuestro especial afecto y el de toda la sociedad española, deudora de su sacrificio.
"Sepan los terroristas que la sociedad vasca, con el total apoyo del resto de la sociedad española, nunca permitirá que su libertad y sus instituciones democráticas sean sustituidas por el totalitarismo excluyente y reaccionario de unos fanáticos sesinos", sentenció.
CONSOLIDACION DE LOS VALORES
El monarca comenzó su tradicional discurso deseando a todos los españoles que pasen estos días con felicidad y destacando que España ha seguido disfrutando durante el año que termina "un alto grado de prosperidad y estabilidad".
"A pesar de las circunstancias menos favorables en que se han desenvuelto las economías occidentales, la economía española ha podido seguir creciendo, asegurando así el desarrollo y la expansión del bienestar en nuestro aís".
Sin embargo, el Rey advirtió de que la consolidación de los principios y valores democráticos que rigen nuestra convivencia es tan importante como lograr el progreso económico. "Para cumplir con nuestros deberes ciudadanos no debemos olvidar la necesidad de procurar la justicia y el progreso social como valores irrenunciables y propios de la sociedad democrática que disfrutamos".
En las últimas décadas, explicó, los españoles "hemos conseguido entre todos hacer de España una sociedad cada vz más libre, más igualitaria y justa, más equilibrada, tolerante y generosa".
PAZ, LIBERTAD Y JUSTICIA
"Esa es la senda por la que debemos y queremos seguir transitando, la que enaltece los valores universales de defensa y promoción de los derechos fundamentales de la persona; la que procura el bien común desde la convicción de que el bienestar individual debe ir unido al bienestar colectivo; la que fomenta el respeto y el aprecio por los otros y por sus ideas, aunque sean distintas de las nuestras;la que considera la paz indisolublemente unida a la libertad y a la justicia; la que lamenta como propio el sufrimiento ajeno y trabaja generosamente para aliviarlo".
En este punto, el Rey se refirió a la inmigración como un nuevo desafío al que se enfrenta nuestra sociedad, y que debe ser enfrentado "con la fortaleza que nos dan los valores que acabo de mencionar".
"Somos un pueblo que sabe apreciar el inmenso valor de ser acogido con justicia, respeto y afecto, y que sabe también lo penoso que esulta unir al dolor de la separación de la familia y de la patria el rechazo social o la discriminación laboral. Los poderes públicos tienen sus deberes y obligaciones, pero también debemos asumirlos cada uno de nosotros, incluidos los inmigrantes, así como facilitar las medidas necesarias para resolver los problemas y potenciar los beneficios que entraña la inmigración".
El monarca finalizó su discurso navideño recordando la inminente entrada en vigor del euro como "un paso decisivo e histórico" en a construcción europea", y agradeciendo el respaldo de la sociedad española a la Monarquía.
(SERVIMEDIA)
24 Dic 2001
CLC