En su discurso ante los representantes de la Real Academia Española (RAE) y de las instituciones públicas y privadas que forman parte del patronato de la Fundación, el monarca aludió a la trascendencia de la lengua española y también a la diversidad lingüística del Estado español.

"Sobre nada más firme se asienta la nación española que sobre la lengua que la Constitución declara común de todos los españoles", declaró el Rey, sin que ello contradiga el hecho de que varios millones de conciudadanos posean y sientan como propia otra lengua, igualmente española".

El patronato de la Fundación Pro Real Academia Española está presidido por el gobernador del Banco de España e integrado por los representantes de las 17 comunidades autónomas y de las 31 entidades que han aportado fondos fundacionales.

Todos los presidentes autonómicos, a excepción de Jordi Pujol, Joan Lerma y José Antonio Ardanza, firmaron por orden en el actade constitución de la Fundación. A continuación lo hicieron los presidentes o representantes del Banco de España, el Banco Central Hispano, Argentaria, Caja de Madrid, Banco Bilbao Vizcaya, Banco Santander y Bankinter, Confederación Española de Cajas de Ahorros, Caja de Ahorros de Barcelona, Telefónica, Banco Popular, Banesto, Repsol, Unión Eléctrica-Fenosa, Metrópolis, Círculo de Lectores, Aldeasa, Espasa Calpe, Banco Zaragozano, El Corte Inglés, Banco Atlántico, Banco Herrero, Banco de Sabadell, IBM-Espaa, Sema Group, Cámara de Comercio e Industria de Madrid, Santillana, Anaya, Banco de Depósito, Ferrer Internacional, Banco Luso-Español, Fundación Duques de Soria y la RAE.

El director de la RAE, Fernando Lázaro Carreter, señaló que "con la firma del Rey nace a la vida pública una institución del que tantas ventajas se promete, no la Academia como tal, sino la causa de la lengua española, a cuyo servicio exclusivo ha estado siempre, está y estará la Real Academia".

Lázaro Carreter aludió a la hisoria de la Fundación, desde que Dámaso Alonso, entonces director de la RAE, acudió al Rey y al presidente del Gobierno para solicitar medios económicos que permitiesen a esta institución acometer su misión de mantener la unidad de la lengua.

Con ese fin se creó la Asociación de Amigos de la RAE, constituida por el entonces director de la Academia, Pedro Laín Entralgo, y por José Ramón Alvarez Rendueles, que era gobernador del Banco de España.