ETA

LA REVISTA DE GUERRA DICE QUE NO SE DEBE HABLAR DE LOS PRESOS HASTA EL "DESMANTELAMIENTO FINAL Y TOTAL" DE ETA

- Reclama que no haya ningún intermediario, "pies de plomo" y manejar los tiempos "con maestría, con discreción y prudencia"

MADRID
SERVIMEDIA

La revista "Temas", cuyo Consejo de Redacción preside Alfonso Guerra, incluye en su último número un artículo en el que se afirma que no se debe empezar a hablar de los presos de ETA hasta que se haya producido el "desmantelamiento final y total de la organización terrorista".

El artículo lleva la firma de Roberto Dorado, ex director de Gabinete de Felipe González en su etapa de presidente del Gobierno, y miembro del Consejo de Administración de la sociedad que edita la revista.

Bajo el título "Los difíciles pasos hacia la normalización democrática en el País Vasco", Dorado asegura que con la declaración de alto al fuego permanente por parte de ETA "se ha abierto una rendide para transitar por un estrecho pasaje lleno de obstáculos".

"En este largo y difícil camino hay que ir con pies de plomo y manejar los tiempos (y la agenda) con maestría, con discreción y prudencia", añade, además de "revisar" estrategias, algo que de lo que "ya estamos siendo testigos" como "la reciente remodelación ministerial del Gobierno y la disminución del protagonismo de Acebes en el PP".

Dorado afirma que "antes de dar comienzo a las conversaciones (que no pueden ser de carácter principista), es imprescindible comprobar que el cese del alto el fuego y el ceso de todo tipo de actividad (logística, extorsiones y guerrilla urbana) es total, y que se mantiene en el tiempo".

A su juicio, "parace conveniente que los únicos interlocutores son los representantes del Gobierno (en nombre del Estado) y los representantes del conglomerado etarra. A mi modo de ver, de momento sobran los intermediarios, sean civiles o clérigos, y también los observadores, sean éstos nacionales o extranjeros. (No se puede aceptar la internacionalización del caso). Hay que 'negociar' cara a cara".

"Si lo que desea el conglomerado etarra es involucrarse definitivamente en la política democrática aceptando las reglas del juego del Estado de derecho, es necesario que previamente dé pasos concretos y reales: renuncia a la llamada lucha armada, entrega de armas, de explosivos y de lugares refugio", asegura Dorado.

"Por otro lado, HB debe rechazar para siempre, públicamente, la violencia como instrumento para conseguir sus objetivos políticos. Con esos signos inequívocos se pueden buscar fórmulas para su vuelta a la participación política normal, en las elecciones locales del 2007", añade.

"Tras esta fase", continúa, "habrá que seguir negociando hasta el desmantelamiento final y total de la organización terrorista, con garantías de que no queden residuos de disidentes armados, ni cuentas financieras secretas en ningún lugar. En este tramo es cuando tocará hablar de los presos, no antes".

PAÍS VASCO E IRLANDA

Dorado también apunta que "un correcto análisis de situación exige rechazar de plano que el problema de Irlanda del Norte y el problema que existe en el País Vasco son similares e intercambiables, idea que se pretende meter de matute por algunos. Históricamente no hay parangón alguno".

"Los contextos sociales del País Vasco y de Irlanda del Norte son totalmente diferentes. En Irlanda del Norte la clase dominante ha sido y es de procedencia inglesa y la clase dominada, irlandesa. En el País Vasco sucede lo contrario, la burguesía tiene apellidos vascos y la clase obrera es maqueta", argumenta.

"En Irlanda del Norte sí ha habido una guerra entre las dos colectividades, ya que ambas se dotaron de organizaciones paramilitares. Aquí, en el País Vasco la única banda armada permanente ha sido ETA", prosigue.

"En lo político, Irlanda del Norte ha carecido, hasta hace escasos años, de instituciones propias (hoy suspendidas todavía); el País Vasco obtuvo su primer Estatuto con la República y hoy disfruta de un autogobierno, que algunos Estados de un Estado federal quisieran para ellos. Por lo tanto, la negociación llevada a cabo en Irlanda del Norte no puede ser un modelo para el caso vasco, si acaso, sólo puede servir de referencia metodológica, como mucho", señala Dorado.

GOBIERNO Y PP

En cuanto al papel del PP, Dorado sostiene que "el Gobierno hace claros esfuerzos por reenganchar al PP, Zapatero se reúne con Rajoy y pocos días después anunció que convocará en las próximas semanas el pacto antiterrorista. Rajoy va bajando el diapasón (aunque con el nombramiento de Rubalcaba ha vuelto a las andadas), como era inevitable, porque cualquier dirigente del PP, por montaraz que sea, sabe que no puede asumir el papel de reventador de una esperanza de cara a los ciudadanos, porque sería un suicidio político".

Para Dorado, "las fuerzas democráticas están obligadas a colaborar estrechamente en este trance, y particularmente el PP está obligado a implicarse sin reticencias pues al ser el primer partido de la oposición es un garante de que los acuerdos a los que se llegue (si se llega) se cumplirán, aun con un hipotético cambio de Gobierno".

(SERVIMEDIA)
01 Mayo 2006
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