Durante su turno de réplica en el Debate del Estado de las Autonomías, Revilla provocó la risa de casi todos los asistentes al pleno del Estado de las Autonomías que transcurre desde ayer en el Senado.

El presidente cántabro, en un tono que combinó la ironía con la crítica, apostó por la reforma de la Cámara Alta que propone el Gobierno, por entender que la Cámara Alta tiene ahora una labor "cuasi inútil".

Revilla señaló que no pone objeción a ningún proceso de reforma estatutaria, siempre que se preserve la igualdad de todos los españoles. Aclaró que, salvando todas las diferencias de momento histórico, no deben volver los tiempos del siglo XIX en que las mujeres cántabras iban a dar a luz en el País Vasco para librar a sus hijos del servicio militar, del que estaban entonces exentos los vascos.

El dirigente cántabro, en tono levemente humorístico, se dirigió a Pascual Maragall, presente en los escaños del Senado, quien había pedido a todos los presidentes autonómicos que tuvieran en cuenta que los catalanes sienten de manera muy honda la realidad de su tierra. Revilla replicó que a él también le pasa que "oir la palabra Cantabria me pone y la palabra España también me pone".

Por otra parte, el presidente de Cantabria detalló las aportaciones con las que la región contribuye al bienestar del resto de España, y matizó que "Cantabria es solidaridad" porque da y sólo exige las infraestructuras necesarias.