Así lo afirmó en una rueda de prensa después de conocerse que el rey Juan Carlos denunciará al expresidente cántabro, quien mostró su “rabia”, por el hecho de que “un inviolable denuncie a un ciudadano de a pie”.

Revilla indicó que la rabia viene derivada de una situación que “siempre fue una anomalía de la Constitución, que es ese artículo 5 que le declara inviolable para cualquier acto que cometa” y criticó que, “en un supuesto de que matase a alguien es inmune y no puede ser denunciable por nadie”.

El líder del Partido Regionalista de Cantabria se preguntó por qué le denuncia a él y estimó que seguramente sea porque “quiera atajar otras voces”. En este sentido, remarcó que, durante toda su trayectoria, “no he soportado nunca la corrupción ni los desmanes de los políticos”.

Revilla apuntó que “tenía una veneración” por el rey emérito después del golpe de Estado del 23-F, donde “nos caímos bien”, pero trasladó su tristeza por esta situación. “Se me ha caído un mito”, aseveró.

En este sentido, dijo que el que fuera rey de España es un “apátrida fiscal” y remarcó que “hay algo más patriótico que llevar banderas o mecheros de España, que es pagar impuestos”.

¿POR QUÉ A MÍ?

El expresidente de Cantabria defendió que se ha limitado a contar lo que sabe y recordó que “le he llamado corrupto" y que "no está sentenciado porque no puede”.

A este respecto, recordó que muchos de los escándalos sobre los que habla “se descubrieron a través de sus amigas” y se preguntó “por qué no se ha querellado contra Barbara Rey o Corina” cuando han hablado de él.

Revilla aseguró que no va a echar “más leña al fuego”, pero indicó que, “como persona honesta, no puedo ser un señor acolito de estos reyes y perdonarles todo”. El líder del Partido Regionalista de Cantabria recalcó que “nadie como yo ha reconocido lo que ha hecho en una etapa”, pero matizó que “luego ha venido otra que se ha publicado en todos los medios”.

En este sentido, defendió que no ha hecho nada que “no tenga la obligación de hacer”, que es “denunciar la corrupción”, y trasladó lo que dijo a sus hijas: “Estad tranquilas, vuestro padre no vive en Abu Dhabi y no ha robado”.

Por último, reiteró su sorpresa porque “el que fue mi ídolo me ha denunciado”, a pesar de que “no he dicho nada que no estuviese ya contado”, pero “no me esperaba a mi edad, 82 años, una historia de estas”.