Durante un seminario organizado por el Consejo Escolar del Estado, Del Castillo recordó a los responsables de las asociaciones de padres, sindicatos y estudiantes que la reforma anunciada es una promesa electoral del P, que pretende acabar con la situación actual de "aprender sin esfuerzo".

La ministra volvió a salir al paso de los duros calificativos que han recibido las medidas anunciadas, sobre todo desde las fuerzas políticas de la oposición.

"No se puede decir que la reforma es franquista o fascista. Es un disparate de tal naturaleza que si yo tuviera que asesorarles electoralmente, les diría que no lo hagan, porque la sociedad es madura".

Insistió en pedir que no se "frivolice" y que se huya de tod "apriorismo y adjetivación". "Que no se haga demagogia, porque la demagogia es mala para todos. Los más perjudicados por la demagogia siempre son los más débiles", subrayó.