Ambas centrales señalan expresamente en un comunicado que sería "oportuno y necesario la entrada de capital privado y la participación de grandes empresas nacionales, tanto financieras como eléctricas, de servicios, etc., en la conformación del segundo operador".

También señalan que esta apuesta "no debe suponer, en absoluto, la desaparición del sector público en la composición de este segundo operador; al contrario, su participación debe ser suficiente" para garantizar los objetios de creación de empleo, desarrollo equilibrado, fomento de la industria nacional, etc.

Esta toma de posición de los dos grandes sindicatos supone un respaldo decidido a las tesis del MOPTMA, enfrentadas a las del PP, que pretendían inicialmente aglutinar en torno a Optel a los principales grupos industriales y financieros del país que no hayan alcanzado acuerdos con Telefónica, y con una posición muy significativa de la compañía eléctrica estatal Endesa y también de Red Eléctrica de España (REE).

Asimismo, UGT y CCOO reclaman el consenso de la mayoría de fuerzas políticas y sociales para poner en marcha el segundo operador de telecomunicaciones en España de forma inmediata, es decir, antes de que se cierre el periodo de sesiones y sea más difícil sacar a delante el proyecto en el Parlamento.

Para los dos sindicatos, es igualmente básico que el proyecto se articule a través de Retevisión basándose en la experiencia de servicios de telecomunicaciones que ya tiene, en el éxito para implantar la televisiones privadas en toda España antes de los plazos previstos, así como en su disponibilidad de la red troncal del país para desarrollar todo el proyecto.