Con este esfuerzo financiero, Retevisión pretende irse preparando para su 'futuro papel'de segundo gran operador de las telecomunicaciones en España, en competencia con Telefónica, una vez se liberalice plenamente el sector y pueda dar servicios de telefonía básica.

Las mismas fuentes han indicado que estas inversiones, a falta de ser concretadas, en ningún caso contemplan el desarrollo de la última licencia que le falta a Retevisión para equiparse en servicios portadores a Telefónica -la de telefonía básica-, cuya obtención no le fue posible por la falta de acuerdo entre el PSOE y el PPantes de las elecciones generales.

De producirse este extremo, explicaron a Servimedia, el esfuerzo inversor tendría que ser mucho mayor, ya que se aclararía el futuro de Retevisión como segundo operador y también la necesidad de buscar socios para hacer frente al elevado desembolso que le supondría estar preparado para la competencia plena con Telefónica el 1 de enero de 1998.

No obstante, los responsables del ente público no han dejado de mantener contactos con todos los responsables de entidads y grupos industriales en busca de acuerdos que permitan su futura incorporación, bien a Optel, la filial con la quie se pretende instrumentar el segundo operador, o bien a Retevisión su actual propietaria al 100%.

Los 10.000 millones de inversión previstos inicialmente para 1996 se multiplicarían por 15 si Retevisión es finalmente impulsada por el nuevo Gobierno como el segundo operador de telecomunicaciones español, para el que se estima un esfuerzo financiero de entre 150.000 y 200.000 millones depesetas.

A falta de que el nuevo Gobierno defina la situación, el equipo directivo de Retevisión está dispuesto a prepararse para cualquier eventualidad, y ha empezado ya a dar los pasos para poner en marcha las licencias de alquiler de circuitos para transmisión de datos, 'trunking', grupos cerrados de usuarios, telefonía móvil, radiobúsqueda y VSAT, como proveedor de infraestructura a las firmas que dan servicios en estos sectores.