Financiado de forma conjunta por el Gobierno de Aragón y la Fundación Nueva Empresa, el proyecto supone una inversión de 47 millones de pesetas aportados al 5% por ambas instituciones. La duración de la rerstauración es de quince meses de trabajo de un equipo de cinco personas procedentes de Madrid y enviadas por el Ministerio de Cultura además de un técnico aragonés.

Los trabajos de restauración se están centrando en la consolidación del retablo y su limpieza, proceso en el transcurso del cual se han reintegrado elementos que se perdieron cuando fue retirado de una anterior ubicación dentro del templo.

Según los datos documentales de que se dispone, na de las primeras ubicaciones del retablo se localiza entre la actual capilla del Sagrado Corazón y el Coreto de la Basílica. El retablo, que fue construido en el siglo XVI se colocó en su lugar actual en el siglo XVII con lo que se le originaron algunas raspaduras y daños que ahora hay que subsanar.