Los fugados se saltaron todos los semáforos en rojo que encontraban a su paso e hicieron caso omiso tanto a las señales de tráfico como a los requerimientos de los funcionarios para que se detuvieran.

Al final de la persecución, en la que participaron cuatro radiopatrullas, resultaron dañados cuatro vehículos aparcados en la vía pública, mientras que e automóvil en el que viajaban los delincuentes acabó con las ruedas reventadas al chocar repetidas veces con los bordillos.

Poco antes de las cuatro de la madrugada, un vecino avisó a la centralita del 092 para indicar que un par de jóvenes habían robado un "Ford Fiesta" en las inmediaciones de la plaza de Legazpi.

Un coche patrulla localizó a los delincuentes y emprendió su persecución por el paseo de las Delicias, la calle Embajadores y Santa María de la Cabeza.

En la calle Ricardo Damas, l radiopatrulla se puso a la altura del coche robado, pero su conductor hizo una maniobra brusca y golpeó lateralmente al vehículo policial, que acabó empotrándose contra un camión estacionado.

A consecuencia del accidente uno de los policías sufrió una lesión en una de las vértebras y erosiones en la pierna, mientras que su compañero se fracturó dos costillas y tuvo una lesión cervical. Ambos fueron trasladados al hospital Doce de Octubre.

Posteriormente, los delincuentes volvieron sobre sus pass hasta llegar a la plaza de Legazpi, donde otro patrulla que les intentó cortar el paso fue embestido por el automóvil de los ladrones.

Más tarde, la policía logró cortarles el paso en la calle Enrique Trompeta. Una vez allí, los dos jóvenes escaparon en la carrera, aunque fueron interceptados poco después.

El nombre de los detenidos, que también sufrieron golpes y contusiones, corresponde a las iniciales Miguel Angel M.M. y José Luis LL.S., ambos de 27 años.