Estas fuentes destacan que, de esta forma, casi se duplica la tasa de crecimiento del mismo periodo del año anterior, que ascendió al 4%. Esta buena evolución se debió a la recuperación de la actividad productiva, a los avances en la creación de empleo y al dinamismo de las empresas manufactureras, como consecuencia del fortalecimiento de la demanda interior y de las exportaciones.

Las importaciones, por su parte, también experimentaron un otable aumento, que se ha visto condicionado en buena medida por el incremento del precio del crudo. La generación de recursos también ha sido alta, por lo que se ha producido una mejora de la rentabilidad que ha absorbido el encarecimiento de la financiación por la subida de los tipos de interés.

El Banco de España advierte, no obstante, que "sería necesario que no se prolongaran excesivamente los negativos efectos de los precios del crudo", al tiempo que recomienda que no se interrumpa la moderaciónsalarial y que no se eleven los márgenes empresariales mediante subidas de precios. Sólo así se conseguirá reducir el diferencial de inflación con Europa y aumentar la competitividad.

En cuanto al valor añadido bruto (VAB) de las empresas, tuvo un incremento del 6,6% en el primer semestre de 2000, mientras que en el mismo periodo del año anterior esta subida fue sólo del 2,7%. Buena parte de este resultado se debió al crecimiento del 21,2% en el VAB de la industria manufacturera.

La cifra de negoios y las compras netas subieron, respectivamente, un 23,3% y un 46,3%. Los gastos de personal crecieron un 5,4%, mientras que el primer semestre de 1999 el aumento fue del 1,3%. Esto se debe a un incremento del empleo del 2,3%, y ello a pesar de que subsisten procesos de ajuste de plantilla.

Las remuneraciones medias por trabajador se incrementaron un 3,1%, tanto por la aplicación de cláusulas de revisión salarial como por otras revisiones salariales que también estuvieron afectadas por la desviaciónde precios.

Los gastos financieros crecieron por primera vez en siete años, en concreto un 17,2%, frente a un descenso del 9,6% en el mismo periodo del año anterior. Las causas fueron las subidas de tipos de interés y el mayor recurso de las empresas a la financiación ajena para acometer inversiones.