Lanzarote, que pertenece al Partido Popular (PP), explicó que el pequeño, de cuatro años de edad, dormía en una habitación con suelo de parqué que, al quemarse, despidió gases tóxicos, y destacó que una persona en una situación similar de asfixia, no puede aguantar con vida más de tres o cuatro minutos.

El edil aseguró que la orden de Protección Civil autorizando la salida de los servicios de extinción llegó al parque municipal de bomberos a la 5,55 horas de la madrugada del martes, una hora y media después del fallecimiento del pequeño.

EL "TUFILLO"

El representante municipal añadió que la precipitada rueda de prensa que ofreció en la mañana del miércoles el gobernador civil de Salamanca, Francisco Javier Rodríguez Ruiz, "tiene el tufillo de una autoexculpación y, cuando alguien se excusa sin que nadie le pregunte, es que hay alguna inculpación o responsabilidad".

Lanzarote añadió que en aquella conferencia de prensa hicieron "un motaje escénico truculento que, a nuestro juicio, supone una auténtica mercancía política sobre el cadáver aún reciente de un niño".

El concejal de la corporación salmantina se preguntó dónde se encontraban el gobernador y el alcalde de Las Veguillas en el momento del suceso y declaró que el único que ocupaba su sitio fue el alcalde de la ciudad, Fernando Fernández de Trocóniz.

También dudó de la autenticidad del parte de Protección Civil, pues la fecha de salida del documento (mecanografiado, con spacios en blanco en los que se debe poner la causa de la emergencia y del lugar del suceso) ni siquiera se ha corregido y data de 1990.

GRAVES ACUSACIONES

Julián Lanzarote dijo que no se explica cómo Protección Civil no tiene valoraciones previas que por ley está obligado a disponer; acusó al servicio de ignorar que en Las Veguillas existe una moto-bomba que, además, no funcionaba, y resonsabilizó al gobernador de no saber de los medios de que dispone.

Por otra parte, según informaron fuentes e la Diputación Provincial de Salamanca a Servimedia, los padres del niño fallecido se reunieron hoy con la presidenta de la corporación, la centrista Charo Diego, que les comunicó que podían acogerse a una partida de ayuda económica para casos de urgencia y necesidad.

La madre del pequeño, Begoña, llegó al Palacio de la Salina, sede de la diputación, en zapatillas, ya que casi todos los enseres de la familia se quemaron en el incendio, según ella mismo explicó.