Así lo explicó hoy a Servimedia un portavoz de la Federación Española de Hostelería (FEHR) quien, a falta de datos concretos, estimó que éste "no ha sido como el año pasado".

Según explicó, "en el sector de la hostelería se han dejado sentir las mermas sufridas por los consumidores como consecuencia del aumento de la inflación, la subida del precio de la vivienda y el encarecimiento de los carburantes".

Los cerca de 300.000 establecimientos hosteleros de España han notado que, este verano, "la gente cambiado sus hábitos de consumo en las vacaciones". A pesar de todo, "lo positivo es que se ha seguido veraneando; las vacaciones se han mantenido, siguen siendo algo importante para los españoles".

Finalmente, el citado portavoz consideró que, de la mano de este cambio en el patrón de consumo vacacional, los españoles que este verano se han quedado en casa más días (por haber acortado su veraneo), "han salido más a cenar y a tomar algo en su lugar de residencia, compensando en parte la caída de las ventas en los puntos de veraneo".