Carlos Barrón, responsable de relaciones públicas de Michelín, explicó a Servimedia que la concesión o retrada de las estrellas depende de la decisión del equipo de inspectores de la Guía Michelín, integrado por expertos en gastronomía, hostelería y turismo que han recibido una formación especial para este trabajo.

"Una estrella no se pierde o se gana de la noche a la mañana. Es un proceso que puede llevar incluso años de seguimiento por parte de nuestros expertos. Además, la decisión la toma el conjunto del equipo, no uno sólo de sus miembros", explicó Barrón.

Por su parte, el director de "Zalacaín" José Jiménez Blas, explicó a Servimedia que la pérdida de la máxima categoría se debe a que los inspectores de Michelín siempre retiran una de sus estrellas cuando se produce un cambio en la dirección del establecimiento.

"Desde hace dos años Jesús Oyarbide ya no dirige personalmente el establecimiento. Al frente del negocio está su hijo Javier y el equipo de siempre, por lo que nuestro trabajo continúa y continuará en la misma línea de calidad", señaló Jiménez, quien recordó que en "Zalacaín" han enrado nuevos inversores.

6.040 ESTABLECIMIENTOS

La Guía Roja Michelín 1996 recoge en sus páginas una selección de 6.040 establecimientos en los que figuran 3.309 hoteles y 2.731 restaurantes españoles y portugueses. El libro, que incluye 172 planos de ciudades, contiene referencias sobre 2.035 localidades.

De los lugares recomendados, 148 aparecen destacados en rojo, al ser considerados "especialmente agradables", el mismo reconocimiento que han recibido 267 hoteles por su ambiente tranquilo.

Según el portavoz de Michelín, una estrella significa que el establecimiento ofrece muy buena comida en su categoría. Las dos estrellas indican al usuario de la guía que merece la pena desviarse en su viaje para acudir a un determindado restaurante, debido a que ofrece un menú y un servicio excelentes.

Las tres estrellas ponen de relieve que se trata de uno de los mejores restaurantes de todo el país, hasta tal punto que merece la pena organizar un viaje para gozar de los manjares y la calidad que orece el establecimiento.