Los municipios afectados pertenecían a las provincias de Sevilla, Córdoba y parte de Cádiz, y les fue cortado el sumnistro por la baja potabilidad del agua que llegaba de los embalses de la zona.

Los días en los que se han producido estos cortes las cerca de 500 personas que se han visto afectadas han debido abastecrse a través de fuentes públicas y de camiones cisterna.

Esta situación ha provocado malestar en las localidades perjudicadas que han acudado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de "falta de previsión" por lo sucedido.

Los responsables de este organismo han negado sin embargo cualquier tipo de responsabilidad en la acumulación del lodo, que han achacado a la intensas lluvias caídas en los últimos meses.