Juan Francisco Marcos Becerra, que participa junto a doscientos especialistas de todo el mundo en el Simposio Internacional de Medicina Deportiva que se inició ayer en Pamplona, organizado por la Cleveland Clinic Foundation de Ohio, el Comité Olímpico Español y laClínica Universitaria de Navarra, pronunció una conferencia sobre "Las fundaciones del equipo médico en los Juegos Olímpicos y en los Juegos Regionales".

En su opinión, el papel de los médicos deportivos durante los Juegos Olímpicos de Barcelona, será fundamental, dado que los atletas llegan a la Olimpiada con una enorme sobrecarga en su cuerpo. "Están fuera de todos los límites humanos; si el resto de las personas trabajamos el 60 o el 70%, ellos lo hacen al 110%, con el consiguiente peligro de lesioes", señaló.

El responsable médico del COE calificó como "una dependencia casi maternal" la relación que se establece entre el deportista y el médico y destacó las dificultades que surgen para realizar la composición del equipo médico en unos Juegos Olímpicos, ya que los deportistas desconfían a menudo de los profesionales sanitarios que no conocen.

Cuatro facultativos y dos fisioterapeutas integran el equipo de urgencia para los atletas españoles, aunque prácticamente todas las federaciones llevrán su propio personal médico. "Se trata de evitar -explicó- que después de una competición achaquen la no consecución de medallas a una inadecuada atención de los médicos".

Respecto al doping, manifestó que el COE ha distribuido a todos los facultativos una lista con todos los productos que contienen sustancias prohibidas, así como los medicamentos alternativos permitidos, con el fin de evitar incidentes como el ocurrido en Seúl cuando un miembro del equipo médico español recetó por error un medicameto que contenía estimulantes a un atleta.

Los deportistas españoles se someten a controles anti-doping desde hace más de un mes. Sin embargo, el doctor Marcos Becerra se mostró pesimista respecto a su erradicación y subrayó el peso del factor económico. Tras señalar que las técnicas de control van siempre por detrás de la investigación, precisó que "los investigadores indignos que se dedican en los laboratorios a buscar nuevas sustancias sin controlar, no lo van a dejar, sabiendo que esas fórmulas pueen valer miles de dólares".