Según Aquerreta, "la aparición de la resonancia magnética ha facilitado el estudio de las articulaciones de forma más completa, al poder valorar con mayor precisión tant los elementos óseos como las partes blandas".

El especialista explicó que esta técnica permite obtener imágenes tomográficas en diferentes planos espaciales, con un excelente detalle anatómico y una gran sensibilidad para detectar la presencia de enfermedades. Además, con la resonancia magnética se pueden realizar reconstrucciones en planos irregulares y tridimensionales, lo que conlleva grandes ventajas diagósticas.

La resonancia magnética está especialmente indicada para la detección de lesions en los fibrocartílagos, tendones, músculos, ligamentos y médula ósea. En cuanto a las articulaciones que más se han beneficiado de la resonancia magnética, destaca la rodilla.