El trabajo destaca el importante incremento que experimenta la generación de todo tipo de residuos durante estas fechas e incorpora una serie de recomendaciones para invertir esta tendencia y adquirir hábitos de consumo más respetuosos con los recursos naturales.

La Fundación Ecodes recomienda, por ejemplo, adquirir las uvas en racimos, en lugar de en cajas de plástico. Cada año, un español utiliza una media de 238 bolsas que no son biodegradables, si bien en estas fechas se supera la media.

Los alimentos tampoco escapan a la compra irracional. Ecologistas en Acción estima que hasta un 40% de los alimentos acaban en los vertederos en Navidad, ya sea por su aspecto o porque se adquiere una cantidad excesiva que posteriormente no se llega a consumir.

Respecto a las bebidas, el mes de diciembre concentra más del 12% del gasto anual en bebidas alcohólicas, porcentaje que se reduce a, aproximadamente, el 8% en el caso de aquellas que no tienen alcohol.

Una situación similar se produce con especies vegetales que se utilizan como adorno navideño. La Fundación Ecodes mantiene que cada año dos millones de abetos de vivero acaban en la basura cuando finaliza la Navidad.

Especies como el musgo, el acebo y el muérdago se recogen de forma abusiva, pese a que se trata de especies amenazadas y que algunas comunidades autónomas prohíben su recogida y venta.

El musgo, tan empleado para decorar belenes, es una planta fundamental para el comienzo de la cadena evolutiva de toda la capa vegetal. En el caso del acebo, la depredación de sus ramas con frutos es especialmente nociva, ya que esta especie la forman pies masculinos y pies femeninos, y sólo estos últimos generan frutos, por lo que la recogida indiscriminada acarrea importantes problemas a la especie.