De Pedro, que acaba de tomar posesión del cargo de presidente de AESTE, la primera asociación de residencias de la tercera edad constituida a nivel estatal, declaró a Servimedia que la administración debe ser especialmente rigurosa cuando se trata de salvaguardar el bienestar de los mayores.

En el mismo sentido, afirmó que debe legislarse para procurar que las residencias ofrezcan unos estándares decalidad "más que aceptables". Sin embargo, aseguró que parte de la culpa de falta de calidad de algunas residencias recae en la propia Administración, porque establece unos precios concertados que no son realistas si se pretende facilitar atención sociosanitaria y rehabilitadora.

A su juicio, las 11.000 ó 12.000 pesetas que puede costar por día una plaza en una residencia de mayores es un precio "barato", si se tiene en cuenta que se ofrecen todos los servicios de un establecimiento hostelero y, ademá, la asistencia de un grupo de profesionales médicos, enfermeros, psicólogos, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.

El presidente de AESTE señaló que el número de plazas en residencias para mayores es "claramente insuficiente". Además, un porcentaje importante son inadecuadas porque están en residencias construidas en los años setenta, no adaptadas a personas con problemas de movilidad.

Según explicó, "toda la construcción de residencias que se inicia en esa época son pensadas para válidos,con barreras arquitectónicas y con unos diseños que hoy día no sirven para la persona asistida que necesita atención permanente".