Tras la ampliación de las bandas de fluctuación del Sistema Monetari Europeo (SME), la calma ha vuelto a las llamadas monedas débiles del Sistema, por lo que el Banco de España no se ha visto obligado a invertir divisas en el sostenimiento de la paridad de la peseta.

Durante el primer semestre del presente año, y a pesar del enorme esfuerzo realizado por el Banco de España, la peseta sufrió tres devaluaciones, y las reservas de divisas quedaron bajo mínimos. Sólo el acuerdo político de ampliación de las bandas de fluctuación del Sistema Monetario Europeo trajó la calm.

Lo que para muchos analistas supone el fin de hecho del Sistema monetraio ha supuesto para nuestra moneda un afianzamiento frente a la mayoría de las divisas comunitarias. Con ello se ha cerrado el paso a los especuladores.