Según indica en una nota el consejero de Bienestar Social, Ricardo d León, la resolución del Ejecutivo se produce a petición de la propia Onartu, "dada la inviabilidad de continuar con el concierto actual".

Sin embargo, el Gobierno foral reconoce "la ausencia de culpa del contratista y el interés público concurrente, concretado en la necesidad de seguir prestando servicio con la calidad adecuada".

El convenio entre el Gobierno de Navarra y Onartu, cuyo socio mayoritario es la Asociación de Amigos y Familiares de Subnormales (Anfas), fue suscrito el 14 de febrero e 1990 para la gestión de seis centros situados en Pamplona, Tudela, Estella, San Adrián, Lakuntza y Huarte-Arakil, que atienden a más de un centenar de minusválidos psíquicos.

Para Ricardo de León, las condiciones del concierto y el anteproyecto de explotación elaborado por el anterior gobierno socialista contenían numerosas inadecuaciones en las previsiones económicas, que provocaron desde el primer momento un desfase entre las dotaciones económicas fijadas en el concierto y los gastos reales del sevicio y que supusieron en dos años un déficit de 60 millones de pesetas para Onartu.

El consejero afirmó que este déficit no es achacable a una mala gestión de Onartu y precisó que el Ejecutivo tiene "el compromiso moral" de asumir las pérdidas, ya que se trata de defender un interés público. El Departamento de Bienestar Social convocará próximamente un nuevo concurso público para la adjudicación del servicio, con el fin de mantener la calidad de la atención especializada a los minusválidos y de que s conserven los puestos de trabajo en los seis centros.