Según informó hoy El Refugio en una nota, una mujer madrileña y su pareja comenzaron hace varios años a adquirir cachorros de perros de raza a través de Internet y de periódicos de anuncios gratuitos, haciéndose pasar por buenos adoptantes de animales.

Sin embargo, introducían a los perros por parejas en las deficientes instalaciones que poseían, que El Refugio califica de "terroríficas", para que criasen y poder vender los cachorros.

Varios vecinos del lugar conocían de la existencia de una finca que tenía a animales en malas condiciones. La semana pasada, algunos descubrieron el lugar e intentaron alimentar y cuidar a los perros, pero, al no conseguir este objetivo, alertaron a El Refugio.

Los animales rescatados son una pareja de mastines, otra de pastores alemanes, un galgo, tres cruces de podenco, una perra mestiza preñada, una hembra de pastor alemán con su compañero muerto, tres canes fallecidos, varios perros mestizos y un cerdo vietnamita.

RATAS Y BASURA

Los voluntarios de El Refugio que acudieron al lugar comprobaron que todas las jaulas donde estaban los animales estaban llenas de basuras y con ratas alrededor, y los perros tenían pulgas, garrapatas y parásitos internos y se hallaban "en pésimas condiciones". Además, encontraron varias gallinas comidas por los roedores.

Ahora, todos los animales han sido atendidos por veterinarios y tres de ellos han sido intervenidos de urgencia por las heridas que presentaban.

Los voluntarios de El Refugio solicitaron la presencia del Seprona para que iniciara diligencias por un presunto delito de maltrato a los animales.

El presidente de El Refugio, Nacho Paunero, afirmó que "es lamentable que cualquiera pueda almacenar perros durante años y negociar con ellos y nadie lo controle. Pedimos a los ayuntamientos y las comunidades autónomas un estricto control de los lugares donde se almacenan los animales".

Por su parte, la abogada de la asociación, Milagros Lorente, señaló que "El Refugio se va a personar como acusación para solicitar las responsabilidades penales y civiles que correspondan, ya que los hechos podrían constituir un presunto delito continuado de maltrato a los animales, tipificado en el Código Penal con penas de tres meses a un año de cárcel".