Según informó hoy la Federación de Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal de la Comunidad (FAPA), quien también participó en el desalojo de estos perros, los animales vivían en "pésimas condiciones" en jaulas que eran alquiladas de manera ilegal a cazadores.

La mayoría de los perros han sido encontrados en situación de extrema delgadez, desnutridos y llenos de parásitos. Casi todos son de razas de caza, como podencos, galgos, pointer o bracos, entre otros.

Algunos, además, presentaban heridas en el cuello, por lo que se sospecha que les fueron extraídos los microchips subcutáneos que los identifican.

A esto, FAPA añade que también se hallaron ratas muertas en las jaulas, un bidón con restos de perros quemados y cadáveres de cachorros en los desagües.

La residencia de perros de caza operaba de manera ilegal, ya que no contaba con licencia de actividad, no estaba declarada como núcleo zoológico y no disponía de libro de registro de animales ni de servicio veterinario.

El centro municipal de Getafe y varias asociaciones protectoras de animales se han hecho ya cargo de estos perros de caza, según indicó FAPA.