Los ingresos alcanzaron los 1,5 billones de pesetas, mientras que el resultado operativo delejercicio fué de 109.178 millones de pesetas. El resultado por acción es de 226 pesetas frente a las 215 pesetas por título de 1989.

Para el presidente del grupo, Oscar Fanjul, "estos resultados se han logrado aplicando unos precios finales al consumidor claramente por debajo de los máximos fijados por la Administración".

También justificó el éxito en que, en todo momento, han procedido "con la prudecia aconsejable en una situación como la que se está viviendo desde el inicio de la crisis del Golo".

Las inversiones ascendieron a 162.000 millones de pesetas, de los que más de la mitad, fueron para las áreas de refino y "marketing", entre cuyos proyectos destacan la entrada en servicio de un nuevo "coquer" en la refinería de Puertollano, y el inicio de un nuevo proyecto de cogeneración para todas las refinerías y unidades fabriles del grupo con una potencia próxima a los 500 megawatios.

7.500 MILLONES PARA CAMPSA

La compañía destinó 7.500 millones de pesetas a la financiación de los costs derivados del nuevo plan de adaptación de la plantilla de CAMPSA y tras haber cubierto casi la totalidad de los 37.000 millones de pesetas necesarios para adaptar los planes de pensiones del grupo a la nueva legislación.

Por áreas de actividad, Repsol Exploración ha logrado mantener las reservas de la compañía debido a las adquisiciones de nuevos yacimientos y a los descubrimientos de reservas en las propiedades que la firma tiene en Gabón, Angola, Reino Unido y Egipto.

Respecto a las áreas de efino y "marketing", los resultados han pasado de 46.638 millones de pesetas en 1989 a 71.013 millones en 1990.

"Esto ha sido posible", según la empresa, "al buen comportamiento de los márgenes de refino en los últimos meses del año, la entrada en servicio una nueva unidad de conversión, así como a los esfuerzos de saneamiento y racionalización de las plantillas y la evolución positiva de las exportaciones".

Por su parte, Repsol Química, como el resto del sector, registró una reducción de sus márenes operativos respecto a la primera mitad de 1989, periodo en el que, según el propio Fanjul, alcanzaron un nivel excepcional, a pesar del acuerdo firmado con la empresa nacional argelina ENIP para la construcción de una planta de 130.000 toneladas al año de polietileno de alta densidad en esta país.

En el sector gasista, Repsol Butano incrementó sus resultados un 34 por ciento, superando los 12.000 millones de beneficios, debido al ahorro generado por los planes de empleo implantados en la compañía Las ventas de gas licuado del petróleo (GLP) crecieron un 6 por ciento respecto a las de 1989.