REPSOL. LOS GASOLINEROS SE VEN COMO VICTIMAS DEL BOICOT PORQUE LA MAYORIA DE LAS ESTACIONES DE SERVICIO SON SUYAS
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Roberto Senz, presidente de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEES), calificó hoy de "gravemente injusto" el boicoteo a las gasolineras del grupo Repsol-YPF durante el mes de septiembre convocado por la Plataforma Nacional de Consumidores de Carburantes, para presionar a las petroleras y al Gobierno para que bajen los precios de las gasolinas.
Sáenz afirmó, en declaraciones a Servimedia, que "la inmensa mayoría de las estaciones de servicio que aparecen con la marca Repsol, Campsa o Peronor no son propiedad de Repsol, son propiedad de empresarios particulares que explotan esa estación de servicio y que no tienen ni la más mínima influencia ni capacidad de decisión sobre el precio de los productos, que lo fija Repsol".
"Con lo cual resulta que se va a producir una manifiesta injusticia", añadió, "porque se va a perjudicar a unos señores que no tienen absolutamente nada que ver con los precios de los carburantes. Es como dar una patada a las petroleras en el trasero de las estacionesde servicio".
El Grupo Repsol-YPF posee cerca de 3.500 gasolineras abanderadas en España, pero sólo unas 1.000 son de su propiedad y están gestionadas directamente por la operadora. El resto de estaciones de servicio tienen firmados contratos de distribución en exclusiva con la petrolera, semejantes a los que poseen las demás compañías con sus gasolineras abanderadas.
La CEES considera que la decisión de invitar a no repostar este mes en las estaciones de servicio de Repsol, Campsa y Petronor "esequivocada, gravemente injusta y enormemente perjudicial para el sector".
NO CONDUCE A NADA
Según Sáenz, este boicoteo "no conduce a nada, porque los que no reposten en Repsol se irán a Cepsa, pero tenga por seguro que Cepsa no va a bajar los precios".
La patronal de las estaciones de servicio considera que las protestas contra la subida de los carburantes se producen porque "no estamos en un mercado libre", en el que los aumentos de los precios de los combustibles se puedan repercutir en las trifas del transporte de mercancías, de viajeros, los taxis o en el precio de los productos agrarios.
"Si al taxista le suben el precio del gasóleo, pero sus tarifas al público las mantienen congeladas los ayuntamientos, pues les doy toda la razón en que se quejen, pero que no lo paguen con las estaciones de servicio, que no tienen nada que ver", señaló el presidente de la CEES.
Sáenz apuntó que el Gobierno "habla por la boca grande que estamos en un mercado libre, pero es mentira. En un mercado lbre, cuando se produce un incremento de costo de uno de los parámetros lamentablemente hay que trasladarlo al precio final. Pero al Gobierno le viene muy bien decir que estamos en un mercado libre y al mismo tiempo congelar las tarifas de los transportistas y a los ayuntamientos congelar las tarifas de los taxistas, pero eso es una barbaridad".
(SERVIMEDIA)
06 Sep 2000
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