Esta organización explica en una nota que hace esta petición ante los "aspectos preocupantes" que está adquriendo la publicación de las citadas caricaturas.

"Aunque comprendemos que muchos musulmanes se hayan sentido conmocionados con su publicación -el Islam prohíbe cualquier representación humana del Profeta- eso no justifica los llamamientos a la violencia, ni las amenazas, vengan de donde vengan", señala RSF.

Añade que, "en el caso que nos ocupa, es necesario redimensionar los hechos en su justa proporción. Los periódicos que han publicado las caricaturas pertenecen a países donde la religión es un asunto privado: en esa tradición, la libertad religiosa va acompañada de la libertad de expresión, que incluye el derecho a lanzar puyas contra las convicciones que no se comparten".

"Igualmente, es necesario recordar que, en esos mismos países, la prensa es independiente de los poderes establecidos. Sus posturas y opciones editoriales sólole comprometen a ella y, por tanto, en ninguna manera a las autoridades de sus países ni a sus conciudadanos", concluye la ONG.

Asimismo, la organización pide "a todos en Occidente que se dediquen a tranquilizar y evitar lo que puede vivirse como provocaciones inútiles"