El proyecto Computransfer, que ha distribuido también un número "incontable" de piezas pequeñas de ordenadores, aprovecha los excedentes de material informático que se retiran de las empresas por su obsolescencia, para cubrir las necesidades informáticas de estos países.

Aparte de recoger los equipamientos informáticos, los voluntarios de esta organización se encargan de revisarlos y enviarlos a las universidades, centros de investigación e instituciones cívicas de América Latin, o distribuirlos entre otras asociaciones solidarias que los necesiten para la ejecución de sus programas.

La mayor dificultad en la ejecución del proyecto se encuentra en el transporte, ya que los costes son "desproporcionados". Según estas fuentes, la unión de varios programas realizados por diversas ONG's sería la solución para abaratar los envíos de material informático.