Fuentes socialistas informaron a Servimedia de que esta renuncia a la protección se está realizando teniendo en cuenta una serie de condiciones que los socialistas vascos han establecido para que los ediles que lo pidieran comenzaran a deshacerse de sus guardaespaldas.

En este sentido, el primero de estos requisitos es que el Ejecutivo diese por verificado el alto el fuego, tras lo cual podría estudiarse la renuncia voluntaria de escoltas a partir del presente mes de junio.

Sin embargo, la llamada "mesa de seguridad" del PSE estableció que el abandono de la protección debía hacerse estudiando cada caso y teniendo en cuenta que había un grupo de concejales que deberían mantener la seguridad hasta que se les indicase.

Esto no ha impedido, según las fuentes consultadas, que en las últimas semanas hayan renunciado a sus escoltas, al menos, una docena de ediles, algunos pertenecientes a localidades de la provincia de Guipúzcoa.

No obstante, el PSE también ha transmitido a otros concejales, alguno de los cuales ha aparecido reiteradas veces en listados de objetivos de ETA, que su renuncia a la protección sólo podrá producirse cuando reciban una autorización expresa de la dirección de los socialistas vascos.