"RENOVADORES" DEL PSOE ACHACAN A LA "ARROGANCIA PERSONAL" DE CARLOS SANJUAN LOS RESULTADOS DEL CONGRESO MALAGUEÑO
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Las presiones de la Ejecutiva nacional del PSOE y la "arrogancia persona" de Carlos Sanjuán impidieron que los militantes malagueños dieran un giro de ciento ochenta grados al partido en Andalucía, según informaron fuentes "renovadoras".
Los "guerristas" del PSOE de Andalucía, encabezados por su secretario general, Carlos Sanjuán, se impusieron a los "renovadores" en el congreso extraordinario de los socialistas malagueños y aseguraron su hegemonía futura en el seno de la organización regional.
El sector aperturista andaluz se jugaba mucho en Málaga, ya que su victora podría haber provocado el desmoronamiento del imperio orgánico desarrollado en Andalucía por el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra.
Los "guerristas" temían que la victoria "renovadora" en Málaga provocase un efecto de arrastre en el resto de Andalucía, cuya organización tenía y tiene hilo directo con el aparato socialista en Ferraz, que pretendía poner de acuerdo a las partes y lograr una lista de consenso que impidiera la existencia de vencedores y vencidos.
Sin embargo, aperturisas y "guerristas" apenas consiguieron llegar a acuerdos, a pesar de que las conversaciones duraron más de una semana. Sólo la postura de fuerza de Carlos Sanjuán, una hora antes del inicio del congreso malagueño, hizo posible el consenso y la formación de una lista unitaria.
Sanjuán traía órdenes directas de Madrid. Incluso llegó a amenazar con aplazar el congreso si no se alcanzaba un acuerdo, pero con la condición de que fuera un "guerrista", Rafael Ballesteros, quien llevara la batuta socialista maagueña.
"El futuro del partido en Andalucía se jugaba en Málaga", comentó un dirigente socialista, lo que hizo cambiar de parecer a los aperturistas, que dieron marcha atrás en sus intenciones de plantear batalla y permitieron a Sanjuán imponer sus tesis.
No obstante, el descontento se hizo patente en la votación final de la candidatura, dominada en un ochenta por ciento por "guerristas". Un tercio de los delegados se abstuvieron, lo que "demuestra la creciente división interna en el seno socialita", indicaron las mismas fuentes.
(SERVIMEDIA)
25 Ene 1993
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