Renfe tuvo que habilitar seis autocares para transbordar a los pasajeros en los dos tramos afectados, el de León a Sahagún y el de Ponferrada a El Barco, que quedaron sin circulación por el corte de la vía férrea en Calzada del Coto.

El corte afectó a la circulación entre Asturias y Glicia con Madrid y también a los trenes que viajaban desde las dos primeras comunidades hacia el levante, como el Talgo Gijón-Alicante.

Alfayate valoró positivamente que sólo en uno de los 50 pueblos en los que la coordinadora en defensa del tren convocó manifestaciones, éstas fueran acompañadas de cortes de la vía.

Las manifestaciones convocadas en estos pueblos, en su mayoría gobernados por alcaldes del Partido Popular, protestaban contra el recorte del servicio, que tuvo como último episodio l supresión el pasado 30 de enero de varias paradas y el tren diario entre Ponferrada y Toral de los Vados.

Alfayate señaló que, en la entrevista que mantuvo ayer viernes con los alcaldes de los pueblos afectados, les explicó que hay prevista una entrevista entre el consejero de Fomento de Castilla y León, Jesús Merino, con la presidente de Renfe, Mercé Sala, para abordar una solución al problema.

No obstante, subrayó que el planteamiento de Renfe es que, si la autonomía cree necesario mantener eltren en tramos que la compañia considera ruinosos, debe financiar el déficit de explotación que genere.

Según Alfayate, los niveles de ocupación en algunas de las lineas suprimidas son inasumibles para Renfe y debería pensarse en su sustitución por lineas de autobus. Puso el ejemplo del último tramo suprimido, el de Toral de los Vados a Ponferrada, que usaban diariamente cuatro personas y disponía de capacidad para trescientas.

El coordinador de Renfe señaló que la supresión de estaciones y la reucción de paradas pretende adecuar el servicio a la demanda real y acortar los tiempo de viaje.