Paralelamentea este plan, Renfe ha llegado con los sindicatos a un acuerdo para la creación de empleo, en el que se recoge que durante el año 2000 se contratará a un trabajador por cada cuatro prejubilaciones que se suscriban, siempre que se mantenga el compromiso de plantilla media que en su día se fije en el Contrato Programa que actualmente negocia Renfe con la Administración.

Además, por este mismo acuerdo, la dirección de la empresa se compromete a no externalizar cargas de trabajo si en Renfe existen empleads con capacidad para realizar las tareas susceptibles de ser externalizadas.

Al plan de prejubilaciones y bajas incentivadas, que es una continuidad del suscrito en 1994 y que deberá ser aprobado por el Ministerio de Trabajo, podrán acogerse, en el caso de las jubilaciones anticipadas, los trabajadores que tengan los 58 años cumplidos y menos de 64 en el momento de la adhesión al plan y que hayan ingresado en Renfe antes del 14 de julio de 1967; y, en el caso de las bajas incentivadas, ser trabajador n activo menor de 58 años.

Renfe mostró su satisfacción por la firma de este plan y del acuerdo sobre empleo. Según la compañía, con el pacto sobre empleo será factible la creación de nuevos empleos en Renfe, algo que no se producía en la empresa desde 1992, cuando se realizaron las últimas contrataciones.

La empresa destacó que la política de consenso con los sindicatos ha hecho posible ajustar el volumen de la plantilla de forma no traumática. Al primer plan de jubilaciones anticipadas de Renfe que se firmó en 1992, se sumaron un total de 5.000 trabajadores, y al segundo, que expiró en diciembre de 1998, otros 5.675 empleados.

La plantilla actual de Renfe es de 35.000 empleados, y la prevista para el 31 de diciembre del año 2000, fecha en la que concluirá el plan firmado hoy, es de 33.500 empleados.