El fallo impone a Renfe el cumplimiento del Acuerdo para la Armonización de las Relaciones Laborales, firmado entre la empresa ferroviaria y el Comité General de Empresa el 15 de julio de 1988.

En ese acuerdo, Renfe se comprometía a no disminuirla plantilla existente en esos momentos, de 53.298 trabajadores. Actualmente, Renfe cuenta con un total de 49.863 empleados, por lo que, por imperativo de la sentencia, deberá cubrir las 3.435 plazas de diferencia con nuevos ingresos.

Según el acuerdo de 1988, la empresa se comprometía a que ningún trabajador se quedará sin puesto de trabajo "porque el proceso de ajuste cuantitativo de los recursos humanos a los objetivos actuales ha terminado".

La demanda que ha motivado la sentencia judicial fu presentada por el Sindicato Ferroviario de CCOO el 12 de julio de 1990. Este sindicato hizo público hoy un comunicado en el que afirma que el fallo judicial confirma la necesidad de aumentar la plantilla de Renfe, para incrementar los tráficos ferroviarios, "que desde el año 1985 están en constante descenso".

A su juicio, también es preciso "eliminar los 12 millones de horas de exceso de jornada que se realizaron en 1990 y el casi millón de días abonados por mermas de descanso y de vacaciones no disfutadas".