RENFE NO CONOCERA HASTA SEPTIEMBRE LAS PERDIDAS ECONOMICAS OCASIONADAS POR LA CAMPAÑA DE ETA

MADRID
SERVIMEDIA

Renfe no conocerá hasta dentro un mes las pérdidas económicas derivadas de la explosión de dos bombas en la red ferroviaria española y de la suspensión de numerosos servicios en los últimos días,debido a las amenazas de la banda terrorista ETA, que el sábado colapsaron el tráfico ferroviario.

Fuentes de Renfe informaron a Servimedia que la Guardia Civil siguió hoy rastreando las líneas amenazadas por los terroristas y que el tramo comprendido entre San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y Medina del Campo (Valladolid) estuvo cortado esta mañana.

Según portavoces de la compañía, la situación actual es de "relativa normalidad", ya que los viajeros se han concienciado y ven los retrasos que suren los trenes como un "trastorno". Sin embargo, reconocieron que la demanda del billetes cayó ayer en un 10 por ciento.

También afirmaron que su imagen "no se ha visto dañada por los atentados", porque, en su opinión, la sociedad "los achaca a los realmente culpables de los mismos".

Pese a que ayer el tráfico quedó restablecido en toda España, parte de las rutas de largo recorrido amenazadas por la banda armada continuaron hoy desviándose por trayectos alternativos, más largos e incómodos, mientas que convoyes especiales de reconocimiento "peinaban" las vías en busca de artefactos explosivos.

La línea Madrid-Avila-Valladolid, cortada desde ayer, tampoco funcionó esta mañana y sobre las doce del mediodía la estación de ferrocarril abulense tuvo que ser desalojada por una amenaza de bomba que resultó ser falsa.

LINEAS INEXISTENTES

Uno de los mayores problemas al que se enfrentan los artificieros de la Guardia Civil y los técnicos de Renfe que realizan los rastreos es que algunas de las íneas amenazadas no se corresponden con los trazados reales ferroviarios.

Así, la línea Madrid-Ciudad Real-Sevilla, donde supuestamente hay colocadas bombas, corresponde al Tren de Alta Velocidad (TAV), que actualmente no funciona. Sin embargo, fue rastreada para garantizar la seguridad de los trabajadores.

La suspensión de servicios -que el sábado afectó a unos 200.000 viajeros y que obligó a Renfe a habilitar autocares para cubrir los desplazamientos- ya ha tenido la primera repercusión importate en el extranjero: el Gobierno de los Estados Unidos ha recomendado a los norteamericanos que no hagan turismo en España.

Desde que en 1979 ETA comenzara sus campañas de amenazas al tráfico ferroviario, se han registrado unas cuarenta explosiones y miles de viajeros debieron de cambiar sus planes de viaje.

El mayor uso de los automóviles privados provocó que desde el viernes pasado hasta las doce de la noche de ayer, 56 personas muriesen en las carreteras españolas, en los 47 accidentes de tráfco registrados, que ocasionaron además 48 heridos graves y 29 leves, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).

(SERVIMEDIA)
05 Ago 1991
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