Según informaron portavoces de la compañía, entre los meses de enero y setiembre, Cargas-Renfe obtuvo unos ingresos de 27.715 millones de pesetas, un 18% más que en el mismo periodo del año pasado, con una mejora en el "cash flow" del 76,8%, situándo el balance negativo en 197 millones de pesetas.

La agresiva política comercial desarrollada por la compañía que preside Mercé Sala desde hace casi dos años, ha dado un vuelco a los resultados de esta actividad ferroviaria, debido en buena media al éxito registrado por la oferta de nuevos productos.

Entre estos figuran el "Tren Cliente", el "Tren Campaña" y el "Tren Expreso de Mercancías" (TEM), así como la oferta de todas las infraestructura de almacenamiento, distribución y gestión informática de los "stocks", que permita el servicio "puerta a puerta" en periodos máximos de 12 horas.

De hecho, entre enero y septiembre Renfe transportó 1,7 millones de toneladas más que en el mismo periodo del año pasado, destacando sobre todo el increento del 21% registrado en el tráfico ferroviario de automóviles nuevos.