La inversión global de estos proyectos, cuyo objetivo fundamental es la mejora de la calidad del servicio al viajero, asciende a unos 3.000 millones de pesetas.

Según Renfe, las máquinas automáticas permiten adquirir los billetes de cercanías de forma rápida y cómoda en estaciones con gran afluencia de viajeros, con lo que se evitarán las coas en las taquillas.

El sistema de control de accesos será instalado en aquellas estaciones donde convergen un elevado número de pasajeros de cercanías.

Una veintena de estaciones, por las que pasan más de un 80 por ciento del total de los viajeros de cada núcleo, contarán con este servicio, que, según Renfe, es fundamental para evitar el fraude.

El sistema permitirá también disponer de información instantánea sobre el flujo de clientes por horas y líneas.

Estos torniquetes de control d accesos se abren una vez que ha sido introducido el billete de banda magnética, que aporta los datos del viaje realizado por el usuario.