Esta inversión forma parte de una estrategia de modernización tecnológica emprendida por Renfe para dar respuesta a la compra de nuevos trenes de acuerdo con el Plan Estretégico 2005-2009.

El nuevo Centro de Tratamiento Técnico de Fuencarral, ubicado en Madrid, tiene como objetivo principal garantizar la explotación del nuevo servicio de ancho internacional con los adecuados niveles de calidad y seguridad.

Este taller dispone de unas dimensiones de 420 metros de largo por 45,5 metros de ancho, un haz de cinco vías y varias instalaciones auxiliares (túnel de lavado, cambiadores de ancho, centros de transformación, etc...).

Según el Ministerio de Fomento, la inversión servirá para que Integria compatibilice las labores que realiza actualmente en las instalaciones de Fuencarral con trenes de ancho ibérico (estacionamiento, pintura, lavado y reparación) con las labores de mantenimiento que requerirán los trenes de ancho internacional que prestarán servicio de alta velocidad en la línea Madrid-Valladolid.

Integria es la nueva nueva división industrial de Renfe, dedicada al mantenimiento y fabricación de trenes, que pretende convertirse en "un referente indiscutible dentro del mercado liberalizado del ferrocarril".