El viaje inaugural partirá de la estación madrileña de Chamartín con la presencia del rey Felipe VI; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el nuevo ministro de Transportes y Movilidad, Oscar Puente.

El tramo, por el que circularán trenes de pasajeros y de mercancías, se conoce como la variante de Pajares. Durante mucho tiempo, la Cordillera Cantábrica fue una frontera casi infranqueable entre la meseta y el norte peninsular, y ha supuesto históricamente una barrera natural para las comunicaciones entre el Principado y la meseta castellano-leonesa.

Por ello, abrir un paso ferroviario hacia y desde Asturias se convirtió en un objetivo prioritario durante la segunda mitad del siglo XIX. De hecho, desde la inauguración del ferrocarril del Puerto de Pajares, el 15 de agosto de 1884, por los reyes Alfonso XII y María Cristina, pasaron más de 120 años con el trazado prácticamente igual con una continua sucesión de túneles, lo sinuoso del trazado, con algunas curvas de radio menor a 300 metros, y las fuertes rampas y pendientes.

En una primera fase, el AVE a Asturias, que se lanzó con una promoción de 18 euros por trayecto, comportará la puesta en marcha de nuevos horarios y la reducción de al menos una hora en tiempos de viaje en las relaciones que enlazan Asturias con Madrid y Comunidad Valenciana.

En una segunda fase, a medida que Talgo entregue los nuevos trenes AVE y Avlo de la serie 106 y se completen los procesos de formación, la incorporación de estos nuevos trenes supondrá una mejora de la oferta tanto en número de relaciones, incorporando servicios AVE y Avlo, como en reducción de tiempos, además de incorporar Avilés como nuevo destino de los trenes Alvia.

El nuevo servicio Avlo Gijón/Oviedo-Madrid, que se lanzará en la segunda fase, tendrá paradas en todas las estaciones del recorrido (Mieres, Pola de Lena, León, Palencia, Valladolid y Segovia).