Según informó Renfe, los primeros meses de cada año son tradicionalmente negativos para el tren, con una movilidad que repunta con la celebración de la Semana Santa, que este año tuvo lugar en abril.

A la Semana Santa se unieron eventos como la Feria de Abril, la celebración de Sant Jordi, la gran Operación Salida del 28 y 29 de abril (con motivo del puente del 1 de mayo) y otras operaciones puntuales.

En el acumulado del primer cuatrimestre, Renfe registró un total de 170’4 millones de viajeros, 40’1 millones de viajeros más (+31%) que en el mismo período de 2022. Destaca el crecimiento en los Servicios Públicos de Cercanías y Media Distancia como consecuencia de la medida de abonos gratuitos aprobada por el Gobierno.

También destaca el incremento de la demanda en el AVE, el producto ‘estrella’ de la alta velocidad de Renfe, que a pesar de la entrada en España de la competencia italiana (Iryo) y francesa (Ouigo) creció en el primer cuatrimestre un 15’1%, con casi 900.000 nuevos viajeros en este período.

Como consecuencia, Renfe consiguió aumentar sus ingresos en 71 millones de euros durante el primer cuatrimestre, al pasar de 1.261 millones en 2022 a 1.332 millones en 2023, lo que supone un incremento de un 5’7%.

Por su parte, los gastos aumentaron en 28 millones de euros (+2’3%), al pasar de 1.233 millones en el primer cuatrimestre de 2022 a 1.261 millones en el mismo período de 2023.

Con todo ello, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) acumulado del primer cuatrimestre pasó de 27,5 millones en 2022 a 70,9 millones en 2023, lo que supone una mejora de un 157’7%.

Por último, el resultado neto de Renfe al final del cuatrimestre pasa de97,1 millones de pérdidas en 2022 a 67,6 millones de euros en 2023, lo que supone una mejora del 30’4%.