RENFE ESTIMA QUE PODRIA MANTENER UN TERCIO DE SU DEUDA ACTUAL PARA PODER AFRONTAR LA LIBERALIZACION FERROVIARIA CON GARANTIAS
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Renfe considera que la deuda que mantiene con el Estado, de casi 7.000 millones de euros, no lastrará el proceso de iberalización del sector ferroviario en España, y calcula que la nueva Renfe-Operadora podría mantener un tercio de esa deuda (unos 2.200 millones de euros) para afrontar con garantías el proceso liberalizador.
Con la liberalización, Renfe se dividirá en Renfe-Operadora (gestionará el transporte ferroviario) y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (AIF), que incluye al actual gestor de infraestructuras GIF. Antes de dar este paso, Hacienda deberá fijar qué parte de la deuda asume el Estad y cuál Renfe, según ha apuntado este fin de semana el ministro de Fomento, Francisco Alvarez-Cascos.
Fuentes de la compañía que dirige Miguel Corsini explicaron a Servimedia que lo que no es posible es que Renfe-Operadora haga frente a toda la deuda, puesto que está compuesta en su mayor parte por aquélla que se considera como deuda histórica.
Sin embargo, se mostraron dispuestos a aceptar la parte de la deuda que consideran que puede identificarse con la compra de material (principalmente máquias y vagones), es decir, lo asignado estrictamente a la actividad de transporte y a los servicios relacionados con ella, que supone aproximadamente un 31% de la deuda total.
"No sería justo que Renfe-Operadora no afrontara una deuda por el material con el que ya cuenta", explicaron, ya que los nuevos operadores ferroviarios que entren en España también tendrán que hacer frente al gasto que supone dotarse de material de transporte.
COMPETENCIA LEAL
De esta forma, según las mismas fuentes , se loraría que Renfe-Operadora se situara en "competencia en igualdad" con los nuevos operadores ferroviarios que quieran entrar en el mercado español.
En cuanto al resto de la deuda pendiente (cerca de 5.000 millones de euros), tendría que ser afrontada por el nuevo administrador de infraestructuras (AIF), surgido tras la liberalización, que será el encargado del mantenimiento de las líneas, servicio por el que cobrará un canon a todas las operadoras.
A partir de ahí, será el Gobierno el que tenga qu negociar con el AIF el pago de los intereses de esa deuda e incluso la posibilidad de amortizarla.
Por otra parte, las mismas fuentes apuntaron la necesidad de negociar con el Estado y la nueva Renfe el funcionamiento de ciertas líneas deficitarias, como las de cercanías o algunos enlaces regionales.
Renfe mantiene una deuda con el Estado que ha oscilado en los últimos 10 años entre 900.000 millones de pesetas y 1,2 billones, (entre 5.400 y los actuales 6.857 millones de euros).
(SERVIMEDIA)
01 Feb 2003
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